La Poesía puede hacer visible lo invisible y posible lo imposible, al igual que el libro puede ver al árbol que lleva dentro y la hoja en blanco puede ver todos los ríos de tinta que le recorren.
Cuando sientas que ya no puedes más recuerda qué te hizo marcharte de un pasado que no tenía futuro. Cuando sientas que vas a rendirte recuerda qué es lo que te hace resurgir, una y otra vez, y volver a empezar. .
Me resisto a ponerme la máscara de alguien que sólo juega para ganar. Yo pierdo, me desgarro, me desangro. Lloro, y a gritos revivo. Tengo la insolente costumbre de morir de vez en cuando sólo para demostrarme lo capaz que soy de volver a parirme a mí misma, una y otra vez. Me dejo vencer para darme el gusto de ser todo lo invencible que me proponga ser.
Ya es hora de quitarnos las capas sin necesidad de maestros, de ser fértiles para las palabras y brotar en los actos, de vivir en coherencia con el corazón, de sembrar el fruto y esparcirlo a los cuatro vientos, de Ser la semilla misma en expansión. Es momento de sacar los dones afuera y meternos en la médula de la vida. . Venir al plano tierra es de valientes. ¡¡Seamos!!