El alma sabe

- No sé si camino en la dirección correcta.

- Tu alma sí lo sabe, por eso es necesario escucharla. Llevas demasiado ruído contigo, y con tanto alboroto mental no se puede escuchar el latido del alma. Quédate quieta un momento y escúchalo atentamente. No busques una explicación, no juzgues, no cuestiones su lenguaje ni te recrees con el juicio. Sólo escúchale y después camina, sin titubear, en la dirección que ella te indique.
Porque el alma sabe.
Y además, siempre tiene razón.

- Ada Luz Márquez -

Imprescindibles

Son inolvidables los muchos que llegaron en días de sol radiante a celebrar la Primavera de los días. Pero los pocos que llegaron en mitad de la tormenta y permanecieron sin soltar su mano en el frío invierno del alma, esos no son inolvidables; esos son Imprescindibles.


≈ Ada Luz Márquez ≈

Pérdida

- Perdí.

- No, no perdiste. Recibiste una pérdida para recibir un bien superior. Ahora abre tu alma y espera llena de confianza el beneficio que te aguarda.
Perder es crecer.


≈ Ada Luz Márquez ≈

Flores salvajes

Mis flores preferidas
son las flores salvajes,
espontáneas, libres e indomables,
esas que florecen sin ser llamadas,
esas que huelen a revolución,
esas que se conceden a sí mismas
el derecho a crecer
en todos los lugares
donde la gente piensa
que jamás podrían hacerlo.


≈ Ada Luz Márquez ≈

Sucediéndonos

Donde te encuentras hoy
es donde debes estar
para vivir lo que viniste a vivir
y aprender lo que viniste a aprender.

Confía...
Todos los sitios
son sólo parte del viaje.

 

 

Libre de vivir

Eres Libre
de caminar o sentarte
de acertar y equivocarte
de irte o quedarte
de romperte y remendarte
de hablar o callarte.


Libre
de seguir a tu corazón
vayas donde vayas
porque mientras él te guíe
siempre estarás en casa.

Eres Libre
de elegir o no elegir
de creer o no creer
de girar y de caer
de apostar o renunciar
de seguir o parar.

Eres Libre
de Vivir.


≈ Ada Luz Márquez ≈

 

 

Vivirme Viva

No sé si viviré otras vidas,
no sé si morí otras muertes.
Sé que en esta vida morí varias veces
y renací otras tantas.


Ya no me aferro a nada,
no tengo ninguna certeza,
no poseo ninguna verdad,
excepto que el Amor es lo único real
y que un día moriré.

Y ese vivir en este hermoso mundo,
desnuda de todo excepto de Amor,
ese andar descalza
sin perder el alma en el camino,
sin saber si éste será mi último paso
o quizá el primero a otra parte,
esa bendita incertidumbre
de saberme viva aquí y ahora,
es el mayor de los tesoros,
la mayor de las libertades.


≈ Ada Luz Márquez ≈