Imposible, ¿dices imposible?.
Tú, que naciste del amor, fuíste sembrado como una semilla, germinaste en el interior del pequeño útero de una madre que se ensanchó para darte cobijo y arrullo.
Tú, que tuviste la gran suerte de tener alimento y agua cada día de tu vida; que tu corazón late sin tu permiso y bombea la sangre que riega tu cuerpo y tus pulmones toman el aire del mundo y lo devuelven sin ni siquiera preguntarte.
Tú, que vives para sentir el milagro cotidiano que te regala cada despertar...
Por favor, no me digas “Imposible” cuando hables del Amor.
El Amor no sabe de Imposibles.
Tú, que naciste del amor, fuíste sembrado como una semilla, germinaste en el interior del pequeño útero de una madre que se ensanchó para darte cobijo y arrullo.
Tú, que tuviste la gran suerte de tener alimento y agua cada día de tu vida; que tu corazón late sin tu permiso y bombea la sangre que riega tu cuerpo y tus pulmones toman el aire del mundo y lo devuelven sin ni siquiera preguntarte.
Tú, que vives para sentir el milagro cotidiano que te regala cada despertar...
Por favor, no me digas “Imposible” cuando hables del Amor.
El Amor no sabe de Imposibles.
( Ada Luz Márquez)
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