Hace poco viajé a una gran ciudad y traje un pájaro conmigo. La encontraron herida en mitad del asfalto con un ala rota. La curaron las heridas, pero su ala no se recuperó totalmente y no puede volar..."Tener alas y no poder volar, qué tristeza" ( pensaba yo)... pero comienzo a sentir que ella vino a mostrar-me algo importante... Ella se sube a mi hombro y vuela, cierra sus ojitos y vuela, mira a las montañas y es cielo abierto volando con las nubes, mira a los pájaros, y vuela con ellos, en todas las bandadas... Su ala rota no es impedimento para volar porque un pájaro sigue siendo pájaro, sigue volando, sigue abriendo barrotes y fronteras... porque los barrotes no son de metal, sino de meNtal. Las alas, las verdaderas alas, están en la mirada.
( Ada Luz Márquez )
-- ℋermana Ấguila --
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