Cuando el miedo habla, mi voz se enmudece a sí misma.
Cuando pierdo el miedo y dejo hablar al alma, entonces mi voz fluye alta, firme y clara, como si no tuviera nada que perder, porque al perder el miedo, me doy cuenta de que, en realidad nada tengo que perder, que todo tengo y nada retengo, que nada me pertenece.
╰ Ada Luz Márquez ╮
-- ℋermana Ấguila -
2 comentarios:
Es hermoso lo que escribes <3
Gracias, Daniela. Abrazos
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