El amor y el odio son lo mismo, la vida y la muerte son lo mismo, la nada y el todo son lo mismo. Lo único que cambia es la escala, la graduación. El frío y el calor se perciben desde el mismo termómetro. A mayor grado de frío, menor grado de calor. A mayor grado de frialdad, menor grado de calidez. A mayor grados de amor, menor grado de odio.
Es por eso que nacemos y morimos cada día, que miles de albas surgen de la noche, que un silencio puede elevarse más alto que un grito, que una sola gota derrame todo el contenido de un vaso, que la muerte de hoy sea el nacimiento de mañana. Cuánta tristeza puede rezumar una risa y cuánta alegría evaporada en un sola lágrima... ¡cuántas veces morimos y renacemos en una sola vida!
La arena del desierto es la misma que hay en el fondo abisal del Océano. Lo que llamamos "día" no es más que el resplandor de una gran estrella sobre nuestro mundo en la eterna noche del Universo.
El Todo es inmanente en cada una de sus partes.
Cuando todo termina, un nuevo Todo no hace más que comenzar.
(Ada Luz Márquez)
--Hermana Águila--
Dualidad indivisible por Ada Luz Márquez (Hermana Águila) se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
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