Me hablas de dosificar las palabras
y yo deseo hacerte el amor
con todas ellas
a versos, a besos, en prosa,
lo mismo me da,
derramar el abecedario en tu boca
y morir de excitación
escuchando tus fonemas.
Entonces, mi Amor,
hay algo que no me cuadra
en esta estrofa sin métrica,
si tú amas en gotero
y yo en cascada
¿dónde saciar la sed?
¿dónde flotar?
El amor se construye
con la madera más noble
o te derrumba por dentro
si pretendes economizar
en su construcción.
No quieras ahorrar en mí, Amor,
porque yo sólo sé amar sin medidas,
mis labios los doy enteros,
aún con su silencio.
No quieras amarme a tientas,
a dosis, a onzas,
no cierres el paréntesis,
ámame entera, o casi,
como yo te amo,
así, desbordándome.
Creí que mi amor te salvaría,
I
L
U
S
A
Mi amor siempre me salvó
a mí misma
de mí misma.
El amor es el único antídoto
de su propia carencia.
Cuando se da
se convierte en medicina,
cuando se guarda y retiene
se hace una herida.
Guardarte las palabras de amor
acabará por agujerearte los bolsillos
y por ahí escapará el alma
haciendo arrastrar tus pasos
por el peso silente
de lo no expresado.
y yo deseo hacerte el amor
con todas ellas
a versos, a besos, en prosa,
lo mismo me da,
derramar el abecedario en tu boca
y morir de excitación
escuchando tus fonemas.
Entonces, mi Amor,
hay algo que no me cuadra
en esta estrofa sin métrica,
si tú amas en gotero
y yo en cascada
¿dónde saciar la sed?
¿dónde flotar?
El amor se construye
con la madera más noble
o te derrumba por dentro
si pretendes economizar
en su construcción.
No quieras ahorrar en mí, Amor,
porque yo sólo sé amar sin medidas,
mis labios los doy enteros,
aún con su silencio.
No quieras amarme a tientas,
a dosis, a onzas,
no cierres el paréntesis,
ámame entera, o casi,
como yo te amo,
así, desbordándome.
Creí que mi amor te salvaría,
I
L
U
S
A
Mi amor siempre me salvó
a mí misma
de mí misma.
El amor es el único antídoto
de su propia carencia.
Cuando se da
se convierte en medicina,
cuando se guarda y retiene
se hace una herida.
Guardarte las palabras de amor
acabará por agujerearte los bolsillos
y por ahí escapará el alma
haciendo arrastrar tus pasos
por el peso silente
de lo no expresado.
-Ada Luz Márquez-
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