Las arrugas de mis ojos
son rayos del Sol.
Las arrugas de mis mejillas
son olas del Mar.
Las arrugas de mi frente
son ondas de arena.
Mi cara es el lienzo
del gran paisaje que caminé,
la gran obra infinita
que es la Vida.
Mi rostro es el poema de la Madre Tierra
dibujado en mi piel,
mis risas y lágrimas,
mis cantos y silencios,
mi vida vivida a cada respiración.
Amo mis arrugas y mis cicatrices,
porque me recuerdan
que he sido,
soy
y seré
más grande que el dolor.
≈ Ada Luz Márquez ≈
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