Es tiempo de quema,
de hacer arder sin piedad
todo lo que nos duele,
lo que no nos ama,
lo que nos detiene la zancada.
Quemar toda la culpa,
incendiar la tristeza
y entregar al abuelo Fuego
los rastrojos de la pena,
calcinar los imposibles,
el miedo y la vergüenza,
el peso hiriente
de las raíces muertas.
Es tiempo de quema
para que broten las semillas nuevas
y se abran todas las cáscaras y fronteras
hacia la Libertad de Ser.
Nada nuevo florece
en una tierra
que no puede respirar
por el peso de lo marchito.
Ada Luz Márquez
En la imagen: Ada Luz Márquez |
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