Nieva, cierro los ojos, abro los brazos y los candados del alma y siento cada copo como caricias heladas en el silencio de su infinita pureza. Me sumerjo en su baile de inocencia y blancura y me rindo ante la elegancia y belleza que sólo la Naturaleza es capaz de mostrar, la que nos recuerda que formamos parte del Todo. Quizás anuncia el presagio de paisajes diferentes, de caricias de agua helada que vienen del Cosmos cubiertas de pétalos invisibles de luz.
Al final de su largo viaje, cada copo se une a la tierra, se funde y alimenta las raíces más profundas, cubriéndonos como almas enraizadas en nuestros más profundos orígenes.
La nieve, decían, es un espíritu que cae transportado por el viento.
Cada copo es único e irrepetible, como lo es nuestra existencia.
Es la voz universal y sus respuestas generan infinitas preguntas.
( Ada Luz Márquez)
-- Hermana Ấguila --
Arte: R.C. Gorman
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