Se acercó sin hacer ruido, se sentó a mi lado y dijo:
-Eso que estás mirando no eres tú ni es el agua, sino el alma del mundo mirándose en lo profundo de tus ojos. Nunca podrás mirarte a los ojos directamente, sólo podrás hacerlo a través de los ojos del mundo. El arroyo se mira a través de tus ojos, espejo y reflejo de todo cuanto eres, de todo cuanto es, ha sido y será. Sus aguas llevan consigo todos los mares, todos los manantiales, todos los desiertos, lo mismo que tus ojos y los míos. No hay fuera y dentro, allá y acá, observador y observado, porque en realidad todo es lo mismo. Todo lo que miras ya lo llevabas dentro, aunque no sea visible más que para los ojos del alma, aunque a veces sea necesario cerrar los párpados para ver más claro. Tu mirada ha permanecido intacta en todos tus rostros, en todas tus vidas, el mismo arroyo en todas sus aguas. No cambia tu visión porque el mundo cambie. El mundo cambia porque cambia tu visión.
( Ada Luz Márquez)
-- Hermana Ấguila --
Arte: "The Good Omen" by Bev Dolittle.
(Texto bajo Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional)
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