Perderme en el tiempo intangible, dejar que sus brazos me arropen y llenen de magia las manecillas de mi vida. Perderme en el aire, volar con su libertad y despertarle al amanecer con un beso de brisa, lleno de aves. Ser capaz de fundirme en mi sol con la penumbra de mi noche, fundirme en sus alas como una mariposa, caminar sin necesidad de pasos, bucear en las profundidades del universo vivo con la misma sutileza que acarician mis dedos un pétalo, como si se fuera a quebrar con un sonido inarmónico de mi respiración. Mirar el corazón humano sin necesidad de ver. Entonces ahí encontraré la clave de mi existencia.
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(Escrito rescatado de un cuaderno olvidado, allá por el año 2000)
(Ada Luz Márquez)
-- Hermana Águila --
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