Nos enseñaron a olvidar nuestro lenguaje instintivo para inculcarnos un lenguaje aprendido.
Nos enseñaron a no dudar de lo que consideran cierto, a no levantar la voz, a mirar para otro lado.
Nos enseñaron las doctrinas, los dogmas y las verdades indiscutibles.
Nos enseñaron el reloj, los horarios, la flecha clavada en cada aguja que marca la agenda monónota de plástico y de ruido que llaman Vida.
Nos enseñaron que el amor es como Disney, la familia como los anuncios publicitarios y el sexo como la pornografía.
Nos enseñaron que la tierra no es nuestra Madre, sino algo a quien explotar y exprimir hasta la última gota.
Nos enseñaron el sálvese quien pueda, el primero yo y luego los demás, nos enseñaron a competir, a juzgar, a señalar con el dedo todo lo que no sea “políticamente correcto”.
Nos enseñaron las fronteras, las trincheras, los mapas y el calendario. Nos enseñaron las banderas, las ideologías, las religiones, las creencias.
Nos enseñaron los telediarios llenos de crueldad a la hora de comer, a permanecer quietos y callados, nos enseñaron los imposibles, el “no destaques” porque te llevarán a la hoguera del prejuicio social.
Nos enseñaron las modas, las tendencias, las comparaciones, la culpa y el repudio a nuestros cuerpos para llegar a sus cánones imposibles de belleza. Nos enseñaron que la sangre de las mujeres es basura y que dar de mamar es violencia.
Nos enseñaron a arrojar veneno a la tierra que nos alimenta, a talar la selva que nos purifica el aire, a envenenar las aguas que nos dan la vida. Nos enseñaron a quemar los bosques y llenarlos de cemento para darnos “calidad de vida”.
Nos enseñaron a limpiar el polvo a las flores de plástico y pisar los brotes nuevos. Nos enseñaron a vestir a los perros y extinguir a los lobos. Nos enseñaron a enjaular los pájaros y los sueños.
Nos enseñaron a ser mecánicos, a “portarse bien”, a no levantar la frente y la voz, a ser repetitivos, a perdernos de nuestra esencia y añadirle aditivos químicos.
Nos enseñaron a sonreír en las fotos y llorar sin que nadie nos vea.
Nos enseñaron que el mundo es como nos lo cuentan, que no cuestionemos ni preguntemos, qué sonriamos siempre y nos traguemos las lágrimas.
Nos enseñaron que nuestro valor habita en el bolsillo y nuestra riqueza en la materia que acumulamos.
Nos enseñaron a seguir huellas en lugar de abrir caminos.
Nos enseñaron a silenciar nuestro canto
y a olvidar nuestro trino.
Nos enseñaron a consumir hasta consumirnos...
Nos enseñaron a tener miedo...
¿Y ahora?
Ahora toca desaprender
todo lo que nos enseñaron
para recordar lo que siempre fuimos.
Es hora de quitarnos las capas
sin necesidad de maestros,
de ser fértiles en las palabras
y brotar en los actos,
es hora de vivir en coherencia con el corazón,
de sembrar el fruto y esparcirlo
por los cuatro vientos,
de ser la semilla misma en expansión.
Es momento de sacar los dones afuera
y meternos en la médula de la vida.
Venir al plano Tierra es de valientes.
¡Seamos!
Ada Luz Márquez 🦅
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They taught us to forget our instinctive language to instill in us a learned language.
They taught us not to doubt what they consider true, not to raise their voices, to look the other way.
They taught us doctrines, dogmas and undisputed truths.
They showed us the clock, the schedules, the arrow stuck in each needle that marks the monotonous plastic and noise agenda they call Life.
They taught us that love is like Disney, family like commercials and sex like pornography.
They taught us that the earth is not our Mother, but something to exploit and squeeze to the last drop.
They taught us the save who can, the first me and then the others, taught us to compete, to judge, to point the finger at everything that is not "politically correct."
They showed us the borders, the trenches, the maps and the calendar. They taught us flags, ideologies, religions, beliefs.
They taught us the newscasts full of cruelty at lunchtime, to remain still and quiet, they taught us the impossible, "don't stand out" because they will take you to the stake of social prejudice.
They taught us the fashions, the tendencies, the comparisons, the guilt and the repudiation of our bodies to reach their impossible canons of beauty. They taught us that women's blood is rubbish and that breastfeeding is violence.
They taught us to throw poison into the land that feeds us, to cut down the jungle that purifies the air, to poison the waters that give us life. They taught us to burn the forests and fill them with cement to give us “quality of life”.
They taught us to clean the dust from the plastic flowers and step on the new shoots. They taught us how to dress dogs and extinguish wolves. They taught us to cage birds and dreams.
They taught us to be mechanical, to "behave", not to lift our foreheads and voices, to be repetitive, to lose our essence and add chemical additives.
They taught us to smile in the photos and cry without anyone seeing us.
They taught us that the world is how they tell us, that we do not question or ask, what we always smile and swallow our tears.
They taught us that our value lives in our pocket and our wealth in the matter we accumulate.
They taught us to follow footprints instead of opening roads.
They taught us to silence our song
and to forget our trill.
They taught us to consume until we consumed ...
They taught us to be afraid ...
And now?
Now it's time to unlearn
everything they taught us
To remember what we always were.
It's time to take off our layers
without teachers,
of being fertile in words
and sprout in acts,
it's time to live in coherence with the heart,
of sowing the fruit and spreading it
by the four winds,
of being the seed itself in expansion.
It's time to get the gifts out
and get into the core of life.
Coming to the Earth plane is brave.
Let's be!
Ada Luz Márquez 🦅